jueves, 2 de diciembre de 2010

Hábitos alimenticios.

Los hábitos alimenticios se inician con la primera ingesta de la leche materna o preparada que toma el bebé. La madre procura acostumbrarle a su tomas en unas horas determinadas, siguiendo un criterio propio o del pediatra. A medida que el niño va creciendo, estos hábitos adquieren una base más sólida.
Es importante que el niño reciba una educación de estos hábitos, para que cuando se introduzca en la alimentación adulta pueda comer bien y equilibradamente. Por esta razón, la educación del entorno es fundamental. Esto significa que si la dieta de los adultos es variada y equilbrada, lo más seguro es que la del niño también lo será. Si por el contrario cada persona come por su cuenta o la compra de alimentos precocinados es lo habiual, difícilmente el niño llegará a tener una dieta equilibrada. Está comprobado que cuando se cocina en casa los niños acaban prefiriendo un amplia variedad de alimentos.

Es muy importante recordar que una buena alimentación es necesaria para un buen crecimiento y también que una buena alimentación es la primera medicina preventiva.

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