lunes, 21 de febrero de 2011

Cómo conservar los alimentos de nuestro bebé (1)

La Nevera

     En la actualidad se hace imprescindible en una casa la nevera y el congelador, dos electrodomésticos que ayudan a ahorrar tiempo, pues posibilitan que no sea necesario hacer la compra diariamente. Además, podemos preparar más comida y conservarla para otro momento.

     Con los primeros caldos del bebé ya pueden utilizarse estos sistemas de conservación. Así pues, podemos preparar caldo y conservarlo en la nevera o el congelador.

     El caldo se conserva en la nevera de dos a tres días, según si la nevers está muy cargada y la frecuencia con que se abre. Conviene guardarlo en recipientes tapados preferiblemente de cristal, porque no tienen poros y pueden esterilizarse. A medida que usemos caldo lo conservaremos en un recipiente más pequeño. Lo importante es que quede la menor cámara o acumulación de aire posible, porque éste es uno de los enemigos de la conservación.

    Otros enemigos de la conservación del caldo son la cebolla y el tomate, ya que pueden agriarlo con facilidad.

     Si compramos carne o pescado para consumir dentro de un par de días, no hay necesidad de congelarlos. Para conservar la carne, es aconsejable envolverla en papel de aluminio o de plástico unidad por unidad, principalmente si se trata de ternera, para evitar que desprenda jugos y asegurarnos de que esté más tierna.

      Hay que conservar el pescado sin limpiar,sacando tan solo la tripa, si es que lleva, porque el agua lo altera más rápidamente. Podemos conservarlo en papel de aluminio o en un recipiente tapado con la menor cámara o acumulación de aire posible.

     Es importante recordar que el frío que desprenden la mayoría de las neveras es húmedo, por lo que tiende a ir hacia abajo. Por esta razón debemos conservar la carne y el pescado en la parte inferior de la nevera, ya que enfría más. La temperatura óptima debe estar entre los 3 y los 8ºC, dependiendo de factores como el clima (si es verano o invierno), si se abre mucho o si está muy llena.

    Las frutas deben conservarse en los cajones destinados para ello o bien en la parte alta de la nevera, porque generalmente es la que menos enfría. Si se conserva la fruta o la verdura fuera de los cajones correspondientes, conviene guardarla en bolsas de plástico, sobre todo si la fruta está verde, ya que de esta manera madurará más deprisa (si está madura, hay que sacarla de la bolsa, porque acumula humedad y hace que la fruta se estropee más deprisa). En el caso de la verdura hay que tener la misma precaución, o, por lo menos,dejar la bolsa abierta.

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