martes, 22 de febrero de 2011

Cómo estimular su fantasía.

   En cada niño hay un pequeño artista: la inspiración vivida por los grandes protagonistas de la historia del arte se puede comparar con la concentración que el niño alcanza cuando juega con las pinturas de colores y las plastilinas.

    Para el niño, el deseo de realizar algo con sus propias manos, que se escape de las reglas de los padres, hace que, ya a los 30 meses, coja el lápiz y haga garabatos.

    Para estimular su creatividad, se pueden poner a disposición del niño lápices de colores, hojas, témperas, pinturas para usar con los dedos o plastilina de distintos colores. Si bien la primera vez será necesaria la presencia de un adulto, para explicar al niño cómo deben utilizarse los materiales, con el tiempo, se podrán dejar los accesorios al alcance del niño, de modo que los pueda usar según la inspiración del momento.

Además es importante que el niño cuente con un espacio propio, en el que pueda dibujar sin miedo a mancharlo todo. Es suficiente con una mesita y una silla, en un lado protegido de la cocina o del salón.

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